Editorial: Shogakukan
Año: 2008
Guion: Masasumi Kakizaki
Dibujo: Masasumi Kakizaki
Reseña: Jacnet
Kansen Rettou es un manga, un manga que leí orillado por el morbo de la pandemia actual, y es que Kansen Rettou se traduce a “Pandemia”, si nos vamos por la traducción con la que lanzaron la película en 2009 en formato “live action” o como mi mamá le dice, con personas de verdad; desconozco si es la traducción real porque usando mis poderes de mago arcano lvl 100 pude invocar a Google Translate desde mi celular y me dá que KANSEN RETTÔ 感染列島 se traduce del chino (en serio) a español como Infectar la isla, lo cual tiene bastante sentido, porque la historia sucede en Japón.
Tsuyoshi Matsuoka es Doctor de Urgencias del Hospital Izumi, donde se presenta el paciente cero de lo que parece ser una nueva enfermedad en el mundo, con sus compañeros de trabajo tendrán que hacerle frente a esta situación sacrificando todo en aras del bien mayor. Mientras la especialista de la OMS Eiko Kobayashi trata de recabar información suficiente para poder identificar el nuevo virus y encontrar una cura lo antes posible, aunque esto no evita que presione aún más al fatigado equipo del Hospital Izumi a aliviar a los pacientes aquejados, que cada vez son más y para los cuales no hay más cura que la esperanza de una recuperación milagrosa.
Le salió de la cabeza y de las manos a Masasumi Kakizaki, quien no solo la pensó, también la dibujó, este señor es conocido por hacer otros mangas como Rainbow (2003 - 2010) y el inquietante Hideout (2010) que dicen los que ya lo leyeron que está más enfermo que ver a tu abuelita en calzones.
No sé mucho del arte en los trazos porque no sé distinguir entre besos y raíces, pero siendo esta mi reseña, diré que son impactantes y muy bien detallados. Maneja con fluidez los claro-oscuro que se puede procurar con esa variedad de colores a los que nos tienen acostumbrados los mangas, haciendo más sobresaliente el hecho de que los fluidos corporales a pesar de ser de un solo tono, sean desagradables y fácilmente identificable su procedencia, vamos que le pone más sangre en la cara que cuando te decidiste a hacer el beso de payaso (si no sabes que es, no lo busques).
Procura hacer muchos primeros planos faciales para poder resaltar las expresiones de sus personajes, porque mucho de la obra va de esto, de las emociones. Todo esto hace que el departamento artístico sea bastante resultón y se encargue de transmitir correctamente lo que el autor quiere decir y las imágenes sean tan grotescas como es esperable de una enfermedad, es casi como que Mizuki Asamori decidiera ilustrar a Junji Ito.
El guión, repartido en siete capítulos llamados fases, es muy humano, centrado en las emociones y desde una perspectiva real, del personal de salud en un hospital, en particular de una pareja de médicos. No habla de zombies ni masacres por el último rollo de papel higiénico y sí de situaciones que en la situación actual (lo de la pandemia por COVID-19), puede que nos hayan pasado o hayamos escuchado, dejándonos en una pequeña reflexión acerca del hecho, a veces pasado por alto, que el personal médico es tan humano como no querer levantarse de la cama cuando hace mucho frío y eso está bien, lo del personal médico, lo otro es pereza.
Entonces, sabemos que el autor es bueno, que el manga habla de una enfermedad, que pasa en Japón, que se mereció tener su propia película y que visualmente es agradable. En resumen, si estás buscando una obra que aborde temas sociales con un enfoque real y con magníficos trazos, es para tí.
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NOTAS
Voy a contar pedazos, si no es que toda la obra.
Uso expresiones idiomáticas que para algunos pueden ser totalmente nuevas y confusas, trataré de ser lo más neutro posible, si lo que te escribo te marea más que ir a la escuela sin desayunar, pregunta y trataré de aclarar tus dudas. Si lo que escribo te da ganas de pincharte los ojos con un clavo oxidado y arrancarte los globos oculares para aliviarte del dolor que te causo, por favor, por mí no te detengas y dale alegría a tu cuerpo Macarena.
En realidad no tengo mucho que decir pero quería un “buen” pretexto para colar notas a la mitad.
Siendo yo alguien más acostumbrado a la acción rápida y trepidante de las novelas de superhéroes, y dejando las cosas reflexivas y profundas para los libros como Juventud en éxtasis, leer mangas supone una verdadera intención de lectura por mi parte. Este lo leí realmente motivado por el morbo de una pandemia, y porque dije “A webo (que se lee <<a huevo>>, que significa obligatoriamente) que esto tiene zombies, viejas encueradas, un bato con pinta de que no a comido nada en seis meses y un arma mística (que lleva en su familia desde generaciones y es capaz de grandes hazañas, pero a nadie se le ocurrió sacar antes) que buscarán una cura para salvar a toda la humanidad mientras pelean por el último rollo de papel higiénico, sólo para descubrir que el poder del amor es lo único que nos salvará”, pero por desgracia no es así.
Para ser honestos la historia no es mala, no señor, pero peca de ser muy humana y simple, si has visto o leído cualquier historia de virus desconocido ya te la sabes, un bato se enferma en un pueblito, es el paciente cero de una enfermedad desconocida para la cual obviamente no hay cura, corte a Londres desolado en la película 28 days mientras suena In the House, In a Heartbeat ó la canción final de Requiem for a dream mucha gente muriendo, escupiendo sangre y/o cualquier otro indicativo de que está muriendo, encuentran la cura, la gente se salva.
Ahora, si digo que es tan simple, ¿porqué no creo que sea mala? obviamente porque soy especial, único y detergente...como miles de personas en el mundo, tengo familiares y seres queridos que trabajan en el sector salud, que me han contado sus historias y sus penas en estos tiempos que han sido, cuando menos, diferentes a los que estábamos acostumbrados. En una parte del manga, se le solicita al personal del hospital voluntarios para quedarse a tiempo completo en la instalación; corte de página, una enfermera que todos los días se mensajea con su hija se contagia y es puesta en observación, la enfermera muere y la hija se queda esperando la respuesta del último mensaje. El constante estrés, impotencia y abatimiento es reflejado en los cuadros del manga, como un recordatorio de que a pesar de sus mejores intentos, son solo seres humanos lidiando ante lo desconocido. Hay por ahí un amago de historia romántica pero no es tan relevante, lo curioso es que gracias a creer en las palabras de una moribunda lo que lleva a encontrar la cura, el poder del amor jamás decepciona, como cuando Vin Diesel en Fast and Furious (no recuerdo cual) es regresado a la vida con un beso de su amada, ese poder del amor es bien cabrón y nada que ver con el beso que te contagió de herpes genital.
Si alguien tiene duda de si el manga es una obra profética que nos dice lo que va a pasar, proporciono datos, en un inicio también piensan que es un coronavirus, una variante del H5N1 el virus de la influenza aviar, pero pues no lo es, le llaman BLAME. Inicia el 3 de Enero de 2011, termina el 12 Julio del mismo año. El número de infectados fue de10.000.000 las víctimas3.000.000 dando una mortalidad del 30%, en México, según los datos reportados es menor al 10%.
Para finalizar, la obra si bien no es demasiado profunda o emocionante es bastante entretenida y logra transmitir emociones a través de imágenes bien ejecutadas y diálogos precisos. Quizá sea lo “normal” de la obra y lo “anormal” de estos tiempos que, al menos para mí, hicieron click y convirtieron algo sencillo en algo apreciable.
Gracias por leer, también gracias especiales a todos aquellos que en mi reseña pasada me dieron consejos y también los vituperios. De nuevo,
Gracias.
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